Días de hospital...

Día Internacional del Niño Hospitalizado. 

Hoy, 13 de mayo, es el Día Internacional del Niño Hospitalizado. 

Para mí, sobran los motivos por los que siempre digo que "ningún niño ni niña debería ponerse nunca malito/a". 

No sé cómo describir los días de hospital. Si bien es cierto que allí nuestros y nuestras peques están súper bien cuidados, los días entre aquellas cuatro pareces parecen no suceder. 

La vida en un cuarto de hospital se hace triste, lúgubre y aquellos días hacen que te invadan emociones y sensaciones negativas que van desde la tristeza más absoluta hasta la rabia y la impotencia.

Porque sí, hay un equipo sanitario maravilloso que cuida a nuestros y nuestras peques como si fueran suyos. Además, les dan un cariño inmenso y les agradecemos muchísimo tanto su profesionalidad como su calidad humana para nuestros y nuestras peques. Pero, como m(p)adres quisiéramos que esos cuidados se transformaran en caricias, abrazos y el cariño de sus abuelos, de sus tíos, de sus amigos... 

Porque sí, contamos con voluntarios y voluntarias que son personas admirables que se preocupan de darles diversión dentro de aquel caos que les toca vivir. Pero, como m(p)adres quisiéramos llevar a nuestros y nuestras peques a talleres al aire libre. 

Porque sí, el hospital cuenta con un maestro o una maestra que acude por las mañanas a que los niños y las niñas reciban su formación (dentro de lo que sea posible). Pero nosotros, como m(p)adres, quisiéramos que nuestros hijos y nuestras hijas acudieran con sus compañeros y compañeras al cole, verles salir corriendo mochila en mano deseosos de contarte sus experiencias y llegar a casa para comer en familia. 

Porque sí, en la unidad oncohematológica los niños y niñas pueden pedir lo que les apetezca de comer. Pero tú estás deseando ir en familia a  un restaurante y disfrutar del tiempo juntos. 

Porque sí, se permiten visitas. Pero creedme cuando os digo que son insuficientes. 

Porque sí, los y las peques tienen de todo en la sala de juegos. Pero tú, como m(p)adre desearías con toda tu alma no ser su compañero y que saliera todas las tardes al parque a disfrutar con sus amiguitos y amiguitas. 

Porque sí, nuestros y nuestras peques se llevan sus juguetes favoritos al hospital. Pero creedme cuando os digo, que se cansan pronto de ellos. 

Porque sí, las paredes de los hospitales infantiles están decoradas con dibujos preciosos e infinidad de escenas. Pero, como m(p)adres, quisiéramos que esas escenas fueran reales e ir paseando de la mano con nuestros y nuestras peques aunque fuera a comprar el pan en el comercio de la esquina. 

A pesar de todo esto que os cuento, hay algo que llena esa habitación y es la ESPERANZA. Pasamos momentos muy duros, a veces inimaginables, pero la alegría de saber que salimos de allí, que todo ha ido bien y que podemos seguir nuestra vida en nuestra casa, estar juntos y abrazarnos y besarnos como si no lo hubiéramos hecho nunca es un momento emocionante. 

Los hospitales infantiles, sin duda, están llenos de valientes, de luchadores, de niños y niñas increíbles que nos dan unas lecciones de vida constantes y que, por desgracia, les ha tocado vivir la más injusta de las experiencias. Vivir una enfermedad, con lo que ello conlleva dentro del hospital, no es nada fácil y ellos y ellas, con sus ganas de vivir, nos muestran que no hay quien les pare. 

Hoy, en el día de niño hospitalizado, quisiera homenajear a todos aquellos niños y todas aquellas niñas que, como mi 💜 Wonder Chloe 💜, han pasado o están pasando sus días en el hospital. 

Ánimo valientes, todo saldrá bien 🤞🏻💪🏻.